Las mujeres han tenido un lugar fundamental para la pervivencia de su cultura: cultivan la tierra; cuidan de otros y otras; enseñan el idioma embera ; ayudan a traer a niños y niñas al mundo; preparan los alimentos; y constituyen gran parte de la base social de sus organizaciones. Desde los grupos de mujeres organizadas promueven prácticas distintas y motivan la participación política de las demás.